sábado, 4 de abril de 2009

"El tiempo no es un Problema" 2ª parte


En 1935:

Acababa de cazar por primera vez, probar la sangre de un venado, aniquilado por mis propias manos, me había calmado el ardor de mi garganta. Yo estaba todo sucio, tenia un aspecto salvaje, cualquiera que me viera saldría corriendo.


— ¿Qué te pareció Eddy? — pregunto el grandulón llamado Emmett.
— Creo que está bien, no puedo compararlo con nada, pero ha sido satisfactorio.
— Si que lo es y cuando pruebes los osos Eddy...
— Te importaría no llamarme Eddy, así me llamaba Jac... una persona que quiero mucho, y que la he perdido para siempre.
— Ahh, ya veo, creo que se quien es... ¿Será tu novia Jacob quizás? —Emmett se estaba burlando cruelmente.
— ¿Cómo diablos sabes...? ¡no te atrevas a burlarte de él!
— Pero si yo no me he burlado de el, solo te estoy diciendo que...
— ¡Emmett ya basta! Noto que se esta poniendo agresivo, y no querrás enfrentar a un Neófito— lo reprimió Jasper, el podía manipular y percibir el estado de ánimo de la gente.
— ¡Él no es mi novia Emmett es mi mejor amigo! ... O al menos lo era antes de que me llamara y... —no pude continuar, la tristeza en mi voz era muy notoria.
— ¿Y que Edward? —Esme me abrazaba por los hombros para reconfortarme tal como una madre haría.
— Yo no puedo entenderlo aún, ¿por qué me diría que me quiere lejos de él, que me odia, que no me desea más en su viada? Esme nos criamos juntos, uno para el otro siempre, hubo una época en que yo no viví en La Push, me habían adoptado, pero sin embargo seguimos en contacto, y cuando mis padres adoptivos murieron en un accidente yo volví a La Push, y mi amistad seguia ilesa con Jake. —tenia una angustia muy reprimida, y no sabía por que, pero necesitaba llorar, a pesar de no poder hacerlo por mi condición vampirica.
— Edward quieres llamarlo, no puedes verlo, pero si hablar con él.
— Si. Pero mañana, ahora quiero pensar.

Llegamos a la casa que tenían mi nueva familia en Forks, era amplia y hermosa. Estaba muy bien escondida en el bosque. Después de que me indicaran cual era mi nueva habitación me subí al techo a través de la ventana, (que ágil que era ahora), y me senté en él.
Allí me quede contemplando el lejano amanecer que se aproximaba.

Flash back

— ¡Jacob! Que bueno que viniste a visitarme. — tenía que decírselo, antes de que empezara a llorar, y no me importaba, tenia siete años y lloraría aunque tuviera cuarenta.
— Si, también vine con papá. ¿pero qué te ocurre Eddy estas triste?
— Si, es que me adoptaron Jacob.
— Pero eso es grandioso es lo que siempre quisiste ¿o no?
— Si, pero ellos viven en Florida, y nos mudaremos allá y no te veré nunca más. — no pude contenerme mas y empecé a llorar, mi amigo, más que amigo, él era como mi hermano, por más que Billy no fuera mi padre, ellos eran mi verdadera familia. Jacob me abrazo fuertemente y empezó a llorar también.
— Chicos no se hagan drama, Jake te prometo que iremos a visitarlo siempre que podamos— el papá de Jake se habia acercado a nosotros.
— ¡NO ME MIENTAS! ¡TAMBIEN DIJISTE QUE LO ADOPTARIAS Y SERIAMOS UNA FAMILIA! ¡AHORA HE PERDIDO A MI AMIGO! ¡MI HERMANO!

Fin Flash back


Era verdad, Billy siempre habia estado intentando adoptarnos, pero en ese entonces éramos muy chicos para entender porque el juez no habia dado el permiso. Billy si bien era un excelente padre, era viudo, y no podía, por ley cuidar de mí.
Pero él si habia cumplido su promesa, todos los veranos Jake venia a casa unas semanas, y en el invierno yo iba a su casa, mis segundos padres entendían mi amistad con La Push. Hasta que cumplí once años y ocurrió de nuevo, un accidente de autos catastrófico.

Flash back

Yo estaba en el hospital, solo, ya no me quedaba nada. Entonces unas pequeñas manos tomaron la mía y me dijeron que ya nunca me dejaría ir.
—Eddy, Papá consiguió la autorización, podrás venir a vivir con migo—yo lloraba silenciosamente, estaba muy débil como par emitir sonido alguno, apreté su mano y le sonreí. —ahora seremos una familia.
Fin Flash back


Fue fantástico después de eso, no me costo recuperar la felicidad, ellos eran con quienes siempre quise vivir.
Cuando ambos teníamos dieciséis años nos mudamos a un departamento en Forks a quince kilómetros de casa. Íbamos a el instituto de ese pueblo, era mejor que el de La Push, ya nos manejábamos solos en la vida, éramos un gran equipo, y teníamos grandes amistades. Claro que pasábamos la mayoría de los fines de semana en casa de Billy.

Pero ahora todo habia cambiado. Y no sabía porque.

Flash back

— Mira Jacob —le decía a mi amigo, que había crecido de golpe en las ultimas semanas, ya llegaba a los dos metros y estaba muy musculoso. Deambulábamos por el centro de Forks— forasteros. —y señale a tres personas que no vivían allí.
— No son de acá, quizás están de visitas.
— No creo, quien querría vivir en un lugar tan sobrio... nadie.
— Bueno, nosotros lo hacemos, La Push es aún más sobrio.

Los nuevos nos miraron y observaron a Jacob con una mirada inescrutable. Los dos muchachos de entre dieciocho y veinte años eran altos uno rubio y buen mozo y el otro con cabello corto y oscuro, era muy corpulento y apuesto también. La mujer que los acompañaba parecía de veintiséis años y era bellísima, con un porte de modelo. Los tres eran parecidos, ojos de un dorado intenso, y pálidos, muy pálidos, con ojeras. En La Push se corría el rumor de que unos “Nuevos” vivían el Forks, y que eran tres raros hermanos. Seguramente eran ellos.

Seguimos caminando y hablando de lo que a nuestros amigos les pasaba últimamente.

— Edward—yo lo mire para demostrare que le prestaba atención, el estaba preocupado, irritado. —este fin de semana, tu te quedaste estudiando en Forks, los chicos, Sam, Embry, Quil, los tres estaban raros, y me miraban raro, también no se me acercaron, como si yo les hubiese hecho algo malo.
— ¿Pero tu no les has hecho nada verdad?
— Claro que no. Y lo peor es que cuando me acerqué a saludarlos ellos se fueron apresurados.
— ¿Le dijiste a Billy?
— Si, y papá no ayudó nada, dice que es asunto de ellos seguramente y que no pensara que fuera nada malo.
— Los defiende entonces...
— Si, y dice que no lo este molestando con esas boberías de paranoico, porque el tiene que pensar en una decisión difícil que tomar.
— Que raro, el nunca fue así.— entonces sonó el celular de Jacob.
— ¿Hola? ... Oh ¿qué pasa papá?... si estoy con él... ¿qué, porqué?... pero vivimos acá, y además...¿mudarnos, y por qué?... ¿por qué no puedes decirlo, otra vez a La Push?...si nos agrada... pero...esta bien, Ed papá quiere decirte algo. — tome el celular y escuche: Edward, hijo, trae a Jacob de la oreja si es necesario. Pero ya no pueden vivir allá, ya no más.
— ¡Cortó!
— ¡Está loco! ¿Por que dice que no es seguro?
— No se Jake, pero algo me da la sensación de que sabe lo que dice, y creo que debemos hacerle caso.
— ¿O sea que estas de acuerdo en que volvamos a casa?
— Si, quizás podemos tener otro departamento allá, no es necesario que abandonemos nuestro estilo de vida.

Volvimos a La Push. Y alquilamos un departamento, y dejamos allí toda la mudanza, antes de ir a ver a Billy.

— ¿Para que rayos quieres que vivamos acá? Tanto que insististe en que el Instituto de Forks era mejor. —gritó Jacob a su padre cuando llegamos a su casa.
— No se trata de eso, esto es distinto.
— Jake escuchémosle haber que ocurre realmente, se más paciente.
— Lo lamento Edward pero no debes saber de que se trata, no puedo decírtelo. —me contesto Billy, mi mejor padre, el único que me quedaba, pero Jake no entraba en si del enojo, y le grito nuevamente.
— ¿¡POR QUE NOS IMPIDES VIVIR DONDE QUEREMOS Y LUEGO NOS NIEGAS EL MOTIVO!?
— Porque yo quiero su seguridad y soy el responsable de su cuidado, y ahora me van a hacer caso. —él realmente nunca habia actuado tan autoritariamente, y no me gustaba que lo hiciera.
— ¿¡ES UNA BROMA!? ¡ME CANSÉ! Vamos Ed, tenemos que volver por las cosas, volvemos a Forks—Jake me tomo del brazo. Pero Billy se interpuso en la puerta.
— ¡No se irán a ningún lado! ¡Los quiero a ambos en La Push donde podamos vigilarlos!!
— ¡NO! —Y Jacob ya no podía controlar su enojo, estaba tan enfurecido que comenzó a tiritar y a convulsionar. Me estaba apretando el brazo demasiado fuerte, me lastimaba en serio.
— ¡Jacob respira! ¡suelta a Edward lo estas lastimando! ¡SAM YA NO PUEDE CAONTROLARCE! —Y Sam Uley, un amigo nuestro entró seguido de los demás chicos del grupo de amigos. Me soltó de la firme garra de Jacob, quien estaba enfurecido y seguia tiritando como loco.
— ¡SAL DE ACA EDWARD! —me dijo Sam. Pero yo no podía moverme, al mirarnos a los ojos con Jake, el hermano de mi alma, note en el una bestia a punto de explotar, pero a la ver, un dolor y sufrimiento suplicante.
— ¡NO! ¡EDWARD NO SE VA A NINGUN LADO SIN MÍ! ¡SUELTENME USTEDES DOS! — Les gritó a Quil y Embry que lo sostenían de los brazos. — ¡Edward ayúdame! ¡NO PUEDEN RETENERNOS PARA TODA LA VIDA! —yo no podía reaccionar, mi amigo me necesitaba, lo trataban como a un loco. Pero el cada vez se convulsionaba más. Logro soltarse de nuestros amigos, los estampo contra la pared y los empezó a ahorcar. Ellos también tiritaban ahora. Era una escena que no la entendía, mi hermano no era así, nunca fue agresivo, y lo que habia dicho Billy no era un motivo como para actuar de esta forma.

Entonces Sam me empujó fuera de la casa. Y me llevó al auto.

— ¡No Sam!, tenemos que volver, ¡VAN A MATARSE!
— No Ed, no les pasará nada. Ahora vamos a tu nuevo departamento.
— No puedo dejarlos así, ¡¿Sam como diablos sabes que tenemos un nuevo departamento?!
— Jake me lo dijo. Sube al auto. —respondió apresuradamente, pero yo sabía que mentía, sabía que estaba pensando en como zafra de este embrollo que se habia desatado. Llegamos, me bajé, enojado. Pensaba volver en cuanto él se marchara.

Cuando se fue sonó mi celular. Era Jake

— ¡Jake! ¡¿estas bien?! Dime que no cometiste una locura...
— No, Edward. Pero estuve a punto. —sonaba como si me odiara. Y como si ahora el fuera algo monstruosamente maldito ¿Qué habría hecho?
— ¡AHORA VOY PARA ALLÁ!
— ¡NO! No vengas, no quiero verte, no puedo estar con tigo nunca más. Y no les he hecho daño a nadie, aún.
— ¡Jake, se que no me harás daño!
— No se trata de eso, no quiero que estés en mi vida. ¡Te odio Edward! Tú te quedas en el Nuevo departamento. No vuelvas a verme nunca más. —y cortó el teléfono.

Yo había hecho lo que él me pidió. Solo por una semana.
Luego de haber intentado hablar con él todo el tiempo. Siempre contestaba Billy quien decía que “no estaba” o que “estaba durmiendo”. Pero yo no le creía, Jacob me esquivaba.
Decidí ir. Pero cuando llegué vi, por una fracción de segundo, a Jake salir corriendo por la puerta trasera hacia el bosque.

— Hola hijo, Jacob no esta— me dijo desde la ventana, no me quería abrir la puerta— se ha marchado esta mañana, ha ido a...
— No hace falta que me mientas Billy, lo acabo de ver internarse en el bosque— odiaba que me mintieran tanto. Salió a abrirme.
— Pasa Edward— Me dijo con cara cansada. Adentro estaban Sam, Quil y Embry. Solo me saludaron con la cabeza, que faltos de cariño, jamás fueron así. Además habían dos chicos más. — ellos son Jared y Paúl.
— Hola.—dije sobriamente.
— Edward yo lamento mucho que tu y Jacob ya no sean amigos.
— ¡¿Qué ya no somos amigos?! El ni siquiera me dice porque, pero me odia. ¿no lo has hecho razonar Billy? —le dije muy enfadado.
— No, no debo interponerme. Si no te importa Ed, nosotros estábamos por salir a hacer tramites. Podremos hablar luego.
— ¡Y ME DICES MÁS MENTIDAS! ¡QUIEN DIRÍA QUE ERES MI FAMILIA! —y salí como flecha de mi hogar, o de mi ex hogar.

Subí a mi auto, tenia la vista nublada por las lagrimas. Aceleré, estaba muy dolido y enfurecido, y no estaba en mis cabales. Por eso pasó lo que pasó.
Un camión, tenia el paso, y yo en la ruta me le interpuse, este cayo sobre mi auto, y quede inconsciente.

Fin Flash back


Ya no recordaba mas nada después de eso, nó sino hasta el fuego y ardor en mis venas.

Pobre Edward, debe ser muy duro para él perder a su amigo, como quisiera ayudarle.
Oí a Esme decir, ella pensó que no la escucharía

— No me gusta que me tengan compasión Esme. — entonces ella apareció de repente junto a mi.
— ¿Edward como supiste lo que pensaba?
— ¿Estabas pensándolo? ¿no lo dijiste en voz alta?
— No. Edward tu también tienes un poder especial—Jasper se nos había unido, con Emmett de tras.
— ¡Puedes leer las mentes Ed! —dijo Emmett con una sonrisa en el rostro.

Ahora sabia que esto seria diferente.

No hay comentarios:

Publicar un comentario