El beso era lento, suave, delicioso, apasionado, pero sutil. Cualquiera que nos viera no sabría que en verdad nos estábamos prendiendo fuego por dentro. Seguimos un rato más, pero la fuerza y la pasión se intensificaban a cada segundo.
— Edward— me llamó Jasper. No le presté atención. Vamos! se que me escuchas idiota ¿Pueden frenar? Porque la lujuria que emanan me esta comenzando a afectar. Eso me hizo sonreír. Y Bella lo tomo como una señal de que quería avanzar aún más. Se apretó contra mi cuerpo, y la música electrónica la oscuridad y la luz intermitente, le dieron a nuestro beso un ambiente mas excitante. Las respiraciones se aceleraron. Pesé su cuello y ella gimió sutilmente. ¡Edward! cielos, harán que cometa una locura.
Me metí en la mente de Alice. Que bailaba a la par de Jasper, ella lo miraba con deseo. Pero siempre tan correcta. Veía a Emmett en su mente, el cual estaba escondido con Rose en un ascensor, haciendo... por suerte quitó sus ojos de allí. La imagen más lujuria le envió por mi parte y la de bella, y de Alice también a Jasper.
— Jasper—susurre, apartando levemente mis labios de Bella— créeme. Tus locuras serán bienvenidas. Ya lo “leí”. —volví a besar a Bella, mientras bailábamos al compás electrónico. Solo pude ver en la mente de mi hermano y de Alice, el deseo hecho oscuridad.
Estábamos en la limusina esperando a que Alice encontrara a Rosalie Y Emmett. Y Bella estaba con su cabeza recostada en mi hombro. Pero esta Besaba mi cuello con cálidos y suaves roces.
Te estas acalorando Edward ¿Podrías evitarlo? Ya me has metido en un gran lío.
Cerré los ojos, tomé el rostro de mi ángel y la besé apasionadamente. Ella se sentó en mis piernas dándole la espalda a Jasper. Y escuche la voz de Alice.
Edward. Por favor quita a bella de tus labios, y siéntala junto a ti, porque si Emmett los ve no habrá quien los detenga, compórtense ¡Edward, te estoy hablando en serio!
Yo no le hice cazo, yo tampoco podía contenerme. Y disfrutaba mucho de la situación, porque Jasper recibía nuestra pasión, y se intensificaba en su ser, emitiendo lo mismo, pero más fuerte. Mi mano acarició la rodilla descubierta de Bella. Esta no quitó mi mano. Pero detuvo el beso.
— Edward, ve con cuidado. —me dio un pequeño beso.
— ¿Ya podemos entrar? —preguntó irritada Alice desde afuera.
— Un segundo... ahora si. —le susurre luego de haber colocado a Bella a mi lado. — lo siento Bella.
— Esta bien, pero, no me gusta hacerlo muy publico.
— A mi si—rió Emmett mientras entraba con Rose. Quien estaba perfecta, intacta.
— Cara dura... —se quejó Jasper, que tenía los ojos abiertos y miraba a Alice con los ojos brillantes, como si ella fuera el último bocado se comida en el mundo.
— ¿Qué ocurre Jasper? —preguntó Bella inocentemente. El auto arrancó. Y mi hermano no le contestó. Decidí hacerlo por él.
— Lo que le ocurre, es que con su percepción anémica, se está volviendo loco. Ya sabes... tu y yo, y Estos dos... —dije señalando con la cabeza a Emmett y Rose. —Y eso empeora las cosas. Puesto que se muere de ganas de besar a tu melliza... —empecé a reír. Alice se abalanzó sobre Jasper.
— ¡Eres un... —no terminó la frase, por la furia. —¡Eres un, descarado! —pero ella le plantó un beso apasionado.
— Huuuja!!! —gritó Rosalie. Todos reímos menos los tórtolos, que se besaban arrebatadamente.
— ¡Bah! Acaba de decirle descarado. —ironizo Bella. A lo que Alice le contestó sentándose correctamente y alisando su cabello.
— Pues, Jasper me dijo que no quería ser un idiota como Emmett y Edward—Bella y Rose pusieron mala cara. —y resultó ser un idiota también. —Jasper besó su cuello, y todos reímos.
Bella:
Llegamos al hotel en cinco minutos.
— Buenas noche ¿ha sido de su agrado la velada? —preguntó el recepcionista.
— Si. —dijimos lo seis. Y Edward empezó a reír por lo bajo. Y miró a otro lado para ocultarse.
— Bueno señores, señoritas. A media noche vino el señor Carlisle a pedirme que cambiara su habitación a una matrimonial. Lo cual desbarató el orden en que antes nos habían pedido las habitaciones. Por lo que tuve que cambiarlas. Y solo me quedan tres matrimoniales más.